3.4.06

Yrigoyen: el primer presidente de la democracia

Por Matías Bailone. Instituto Nacional Yrigoyeneano.


El 2 de abril de 2006 se cumplen noventa años del triunfo electoral de la Unión Cívica Radical, con el cual el Dr. Yrigoyen como primer presidente democrático y republicano de la historia argentina quedó consagrado por el voto secreto, universal y obligatorio. Era la primera elección donde se aplicaba la Ley Saenz Peña, conseguida por la Revolución de 1905 que protagonizó el propio Hipólito Yrigoyen.

Habiendo obtenido más de 370.000 votos, es decir casi el 49% de los votos válidamente emitidos, la fórmula radical se alzaba ganadora aquel 2 de abril de 1916 con 152 electores. El 20 de julio siguiente el Colegio Electoral designó la fórmula del Dr. Hipólito Yrigoyen y del Dr. Pelagio B. Luna como Presidente y Vice de la Nación Argentina, para celebrar la asunción el día 12 de Octubre.

Así se terminaba con una democracia formal que había retrasado con sus prácticas deleznables y sus intereses de clase con el programa de gobierno que establecía la Carta Magna. La Argentina era un país que se levantaba en el concierto de las naciones con hidalguía y fortaleza, pero que necesitaba una urgente reforma institucional y política que sólo podía comenzar con un gobierno elegido democráticamente como el que encabezó Yrigoyen.

La llegada al poder del líder radical se había iniciado con el abstencionismo durante los procesos eleccionarios plagados de ilegalidades, donde las prácticas corruptas del antiguo régimen impedían el ejercicio del sufragio libre y secreto. El radicalismo luchó contra esa praxis electoral hasta llegar a la Revolución de 1905 que lideró un abnegado Hipólito Yrigoyen. Si bien esa revolución fue vencida, sus principios se enarbolaron como estandartes de un nuevo paradigma político que ya el régimen que durante treinta años gobernó la Argentina no podía obliterar.

El Radicalismo de Santa Fe había organizado antes de las elecciones presidenciales una marcha multitudinaria donde cada ciudadano llevara brazo en alto su libreta de enrolamiento, denostando una de las prácticas más comunes del régimen imperante: la compra de libretas a los peones rurales el día de las elecciones.

El régimen gobernante compuesto por la oligarquía, que ya no era liberal e ilustrada como la decimonónica, dio muestras de apertura cuando el Presidente Roque Saenz Peña convoca a Yrigoyen para un diálogo político. De aquel encuentro surge el código electoral que lleva el nombre del primero, y que habilita la instancia para que Yrigoyen, siendo el paladín de la democracia representativa, llegue a ocupar la Primera Magistratura de la Nación.

No fue fácil el camino que lo llevó a la Casa Rosada, especialmente porque el régimen agotó todas las posibilidades de un continuismo de sus políticas y de sus hombres, y al decir de Horacio Oyhanarte: "el régimen no tuvo ni la dignidad de su caída".

El 12 de Octubre Yrigoyen asumía las altas responsabilidades para las cuales se había preparado, y a las cuales terminó por ofrendar en holocausto de civismo su propia vida. Ese mismo día moría el cantor Gabino Ezeiza, que había sido símbolo del viejo radicalismo, de las luchas de Alem y de la Unión Cívica, y cuando le contaron al Presidente a punto de asumir, con tristeza y resignación, dijo: "Pobre Gabino! El sirvió". Se condensaban en Yrigoyen con la banda presidencial las luchas de Leandro Alem y también el ideario de los constituyentes de 1853-1860.

La obra de gobierno yrigoyeneana podría ilustrarse con algunos de sus logros, como la Reforma Universitaria que fue lumen de los movimientos ilustrados de América Latina, la creación de YPF y la defensa del petróleo en la genial obra del General Enrique Mosconi, la jornada laboral de ocho horas en consonancia con las luchas de Palacios y el socialismo argentino, las primeras leyes provisionales, la creación del Banco Agrario, y el establecimiento en la República de más de tres mil escuelas. Todo ello con un Congreso opositor, con sólo cuatro provincias de su signo político y con una prensa despiadada en continuo ataque.

El escritor Eduardo Mallea recuerda el triunfo de Yrigoyen de esta forma: "Sobrevino un estado de pureza cívica, una gran seriedad de conciencia culminó en 1916 con el advenimiento de un gobierno austero y popular… era una gran necesidad civil de decencia contra muchos años de explotación y de fraude." (Mallea, Eduardo: 'El sayal y la púrpura', Losada, 1941)

Nicolás Repetto el hombre del socialismo dijo del Presidente Yrigoyen el 5 de julio de 1933 en la Cámara de Diputados: "A Yrigoyen le ha sido dada experimentar la satisfacción más grande a la que pudo aspirar un hombre de su acción: contribuyó a derrocar el régimen de las viejas oligarquías e inauguró el primer gobierno verdaderamente democrático del país. Este sólo hecho basta para asegurarle un puesto señalado y definitivo en la historia argentina"

El INSTITUTO NACIONAL YRIGOYENEANO que viene rescatando, estudiando y divulgando la obra y el legado del Dr. Hipólito Yrigoyen desde 1948, fue elevado a la categoría de Instituto Nacional dependiente de la Presidencia de la Nación con la Ley 26.040 del año pasado. Todas sus actividades y publicaciones se encuentran en su nueva página web: www.yrigoyen.gov.ar

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